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jueves, 29 de marzo de 2012

it's so easy to laugh, it's so easy to hate

La verdad, es que no me queda más que pensar que hay cierto prototipo de canción que, independientemente de atraernos por todo lo que en primera instancia es obvio que nos atrae (el clima que genera, las emociones a las que adula y apela, sus juegos, sus cambios, sus 'mirá guachita no te la esperabas, mirá cómo te pronuncio esta frase y te querésma', y demás), sino porque nos DUELE que se nos meta tan adentro y no podamos tocarla, no podamos agarrarla, no podamos hacer otra cosa con ella más que aceptar su naturaleza. Y así enviciarnos, obvio.

Acá, un clarísimo ejemplo:

I

viernes, 23 de marzo de 2012

Cantar -al margen de cómo lo haga- es lo mejor que me pasó, pasa, y espero que siga pasando por muchísimo tiempo, en la vida.

lunes, 12 de marzo de 2012

Para Sigmundo

El inconsciente es un HDP, no me podés hacer soñar que conozco a Thom Yorke y que charlo como media hora con él (¿sabés cuánto es media hora dedicada a un/a fan en relación a la cantidad de éstos que él y su banda (y su otra banda) tienen en todo el mundo?). Y que encima ahí estaba joven, en su mejor momento. ¡Y hasta hablaba fluído español!

PERO BUÁ, reglas del juego de la vida. You'd better get used to it!

martes, 6 de marzo de 2012

Sexagesimal

Esa sensación de no querer perder el tiempo nunca más.
¡No te escapes, te quiero hacer rendir, quiero aprender de vos (o del dolor que causás, al gritarnos sin sonido que vos sos todo y sos nada, y que desde el principio del principio gobernás, escapándote de quien sueña con retenerte, con aferrarte, con detenerte, con inventar una ley más fuerte que vos, aunque sabe que jamás la va a poder enunciar, y de las decisiones que nos empujás a tomar, y de la facultad de no dejarte seducir por nada ni nadie y seguir corriendo igual) y que alguien aprenda, así, algo de mí!

jueves, 1 de marzo de 2012

corté muchos hilos


pero hay una tanza del orto que me pide una tijera con más filo.
y para afilarla necesito un cuchillo que está, todavía, unos pasos más allá.

pero no te extrañes que un día me despierte y haya llegado,
y vea que el curso del agua me hizo viajar.

o que aparezca un camino más corto.

o que el cuchillo venga hacia mí.

o, porqué no, que la tensión entre los extremos de la tanza se termine de quebrar, de cortar naturalmente, como debería ser; en armonía y en paz.