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martes, 8 de mayo de 2018

Sparkly pop melodies

A este día le quedan 31 minutos, a los fideos en el agua cinco. La ensalada ya está lista.
Nunca como tan tarde pero hoy sí. Cuando termine debería dormir, pero no puedo parar con un libro, la física cuántica -al igual que los playlists de dream pop- no me deja dejarla así como así. La contractura que tengo desde hace tres días en la parte derecha del cuello tampoco. Decidí no darle mayor importancia, al menos hasta el viernes cuando pueda atenderla.
Hoy compartí un rato de la tarde con un grupo de músicos muy inspiradores, a todos nos unen las mismas ganas de tener un mejor dominio de la loopera y con él, de la mezcla sonora que se puede explorar en vivo. Guitarra, charango, voces, beatboxing, aparatitos y trombón.
Creo que a ese fuego vamos a tener que aferrarnos (siempre, pero sobre todo por lo pronto) en este país que en cualquier momento pareciera volver a derrumbarse. Me pone triste ser joven en un contexto así, pero peor me pone pensar en la gente más joven. Y en los más grandes. Me enoja el mal uso que evidentemente hacemos de la democracia. Y este gobierno macabro y vacío, sin otra identidad más que la sumatoria de tanto ex CEO.
A este día le quedan cuatro minutos, a los fideos y la ensalada en sus respectivos bowls sólo unos restos de lechuga.

lunes, 7 de mayo de 2018

Ley 26.637

Hoy escribo desde el banco y desde notas del celular. Algo que no se puede, en teoría, pero no hay ningún cartel a la vista que me lo prohíba y además, por si acaso, por si algún empleado abusara de su mala voluntad y se acercara al silloncito en donde estoy desplomada, tengo puesto modo avión para arrimarle la pantalla a su cara y que vea que no me estoy comunicando con nadie.
Obvio que tocaría antes el botón circular de abajo, si no leería todo esto y ya sería un montón. Ahre pirata.
Con el timbre de aviso y el paso en la pantalla de H011 a H012 tuve también recambio de vecino de asiento. De compañero de espera de H's. El de antes estaba emboladísimo, pasándose el casco negro de la moto de una mano a otra. Se notaba que era un simple y buen pibe; conjetura irracional basada meramente en mi percepción, en su silencio, y en su pantalón celeste de obrero de la construcción.  El de ahora se puso antes de venir demasiado perfume (de uno que no me resulta para nada seductor) y, a diferencia mía (¿o a diferencia mío? estoy confundida sobre cómo se dice esto) chatea sin disimulo ni restricción.
Yo soy la que sigue. Tengo que hablar con "mi" ejecutivo, alguien que no conozco pero que me va a guiar -imagino- en este trámite que me trajo a recibir y firmar un cheque sin fondos que me depositó un señor. ¿Me habrá querido estafar? ¿Lo habrán estafado a él? ¿Habrá sido una simple serie de errores? Como sea, acá estoy, en una sucursal en plena remodelación.
Justo cuando termine de escribir esto el timbre de aviso y el cambio de turno en la pantalla van a marcar H013, con casi un sólo movimiento a partir del mismo envión voy a levantarme del asiento, abrir mi mochila blanca tipo respaldo de silla rejilla (desde ya que esto debe tener otro nombre que ahora no recuerdo), dejar deslizar el celular por la mano para que caiga en su interior mientras ya estoy caminando, cerrarla, acomodarla en mis hombros, acercarme al mostrador para explicarle a un chico amable y simpático la situación. Me va pedir el DNI, lo va a ingresar en un teclado, alternando la vista entre la pantalla y yo va a corroborar mi identidad, me va a preguntar si se lo puede llevar un segundito para adentro, le voy a decir algo que perfectamente puedo pronunciar pero epa qué difícil de escribir, sería un "ajá" pero dicho con eme, sin abrir la boca aunque sonriendo, lo que le da al sonido un tono muy amistoso, relajado, no pensado y natural, y mientras espere a que vuelva voy a mirar a la derecha, hacia la ventana que da a la calle, la que antes de sentarme en el silloncito en el que hace unos minutos me desplomé captaba toda la atención del señor de seguridad al que cuando entré y le pregunté en dónde estaba la pantalla que anunciaba los turnos tardó en responderme porque estaba en Babia papando moscas observando algo o simplemente usando el afuera -tan Gran Hermano- como excusa para colgarse como ahora me estoy colgando yo como me cuelgo siempre mirando a la nada aunque tengo un primo y una prima que son realmente mucho más de hacer esto que yo que ahora estoy escuchando "listo, pasá por caja, ahí lo retirás".
Y esa parte del trámite fue mucho más rápido y no tuvo nada de especial.
Firmé, retiré, me fui y chau.

jueves, 3 de mayo de 2018

That sunshine in my pocket, that good soul in my feet

Cerré los ojos.
Me acordé de algo que desde hace mucho no hacemos. Dibujar uniendo números.
Como las familias de acordes, los relativos menores, para llegar a uno tenés que haber pasado por otro. O podés tocar los dos al mismo tiempo. Y hacer acordes de 9na, de 11va, de 13na, pero para eso tenés que estirar mucho los dedos. 

Tengo en stop el documental de Justin Timberlake. Del Club de Mickey Mouse a la conquista de Jessica Biel y el world. Arranca con una presentación en primera persona de cada uno de los músicos que lo acompañan, tras dos años de gira, en el último show. Todos extasiados y agradecidos de hacer lo que aman, presentes, conectados, rindiéndose honor. 
Ninguno se rindió. De hecho uno cuenta que está ahí porque 10 años antes se prometió que iba a lograrlo, en sus palabras “una manifestación”.
Para eso tenés que directamente estirar todo el cuerpo. Todos tus cuerpos. 

¿Quién seré que no soy?
¿Quién no seré que soy?



miércoles, 2 de mayo de 2018

Frankie Cosmos todo el día

Si existieran los deseos medio ciencia ficción, querría que en unas horas, cuando termine esta lluvia y píen tímidos algunos pajaritos, del cielo se nos rociara con agua florida. Podría estar rebajada con agua bendita.
En tanto, adentro, la cinta de papel no resistió y el cartel plastificado de Elvis Presley se cayó. Sin que nadie lo viera deslizó por la pared (como las espaldas en las puertas en las telenovelas, algo que por lo menos nunca hice y jamás ví que alguien hiciera) y quedó tras dos guitarras.
¿Podría toda esta nebulosa de información llevarse lo que no es mío, lloverse a mi alrededor?  Empaparme, refrescarme, tener la delicadeza de recorrerme las sienes, la nuca y las vértebras. Las ideas. Gracias, por favor.
Puede que hoy esté algo desafinada.
fr3e-5t (eso último lo tecleó mi gata Sausalita con sus patas, ella sabrá mejor que yo).

martes, 1 de mayo de 2018

"If you spent as much energy as you do bitching and whining and worrying and just practised your scales, you'd be... fucking Django Reinhardt"

le dice Jesse (Ethan Hawke) a Celine (Julie Delpy) en medio de la escena de pelea de Before Midnight (2013), la última parte de esa trilogía tan ladrona de suspiros que construyó Richard Linklater, mi director preferido, nueve años tras nueve años mediante.
No importa cómo o cuándo ví las primeras dos, aunque fueron de atrás para adelante (igual que con Liberen a Willy), pero me enloquecieron lo suficiente como para llegar a julio de 2013 BIEN MANIJA. Y el estreno no se me cruzó, por fortuna del destino, en cualquier parte. No. Me agarró sentada al lado de una de mis mejores amigas en unas butacas rojas rubí radiante de un cine de una callecita del barrio de Kreuzberg, Berlín, a quién le apreté fuerte la mano cuando el subtítulo alemán se le adelantó al audio en inglés y leí DJANGO REINHARDT. Porque la semana anterior, con esos trípodes que nos hicieron pagar sobrepeso, y nuestras cámaras colgadas, y un manejo del francés espantoso, pero unas ganas bárbaras, nos habíamos mandado a intentar hacer -sin saber cómo- un documental sobre él, el guitarrista más capo de todos, y el festival que se hace en su honor desde 1968 en Samois-sur-Seine, el pueblito mágico en donde murió.
Y no parábamos de pedirle señales al Universo.
Ni de encontrarlas en cada rincón.

Hoy es 1º de mayo de 2018 y recién, hará unos 25 minutos, terminé de descargar un archivo vía WeTransfer de otra amiga -la que desde siempre estuvo claro que lo iba a editar-, con la versión final. Acabo de darle play a "DJANGO_MASTER.mp4", que no se llama así, se llama Rythme Futur. Ví las imágenes, los sonidos y toda una historia ensamblada, contando lo que siempre quise contar (siempre es desde que mis padres dementes empezaron a llevarme a ese festival en el 2007 y se me abrió la puerta de ese submundo). Y también ví todas estas imágenes de atrás. La de las personas que en ese momento no sabía que iban a aparecer e iban a participar, aportando lo suyo, haciéndolo crecer, volviéndolo real.
A la mierda, pienso. No son nueve años pero cuánto tiempo después.
Te cierro y te suelto: espero que pronto puedas ver la luz.
Y como cada final trae un inicio, empiezo un desafío de 30 días de escritura reviviendo mi antiquísimo y mega requete archi remilquinientos pasado de moda blog.

martes, 14 de julio de 2015

¿por qué siempre te preguntan qué es la felicidad? la felicidad es un rompecabezas

que quizás se trate del fuego, los colores, el deseo prácticamente ancestral de hacer arte, de ser arte, de sentir arte, de lo que se trae y se lleva a alguna parte, in situ, en marte. el punk, la cumbia, el bolero, la bossa, el jazz, el techno, el soul, el rap, el pop, el rock, la música experimental, los colegios a los que fui, los libros de toda índole leídos, los blogs, las páginas, los colores, las sensaciones, la luz y la oscuridad, la fiesta, la adolescencia, el amor y el desamor, la belleza, la locura, la genialidad, las personas especiales, las personas que me captan, las personas de las que me enamoré alguna vez por mucho tiempo o por instantes, la poesía, lo que hace vibrar el alma, las palabras, el teatro, la improvisación, la canalización, las coincidencias, las sincronicidades, las cosas meant to be, el camino, el recorrido, la historia, cada paso, la familia, los amigos, la sensualidad, el magnetismo, la imantación, el cine, la radio, la televisión, las muestras, las exposiciones, los festivales, la naturaleza, el río, el pasto, las plantas, las flores, los bosques, el mar, los edificios de la ciudad, la arquitectura, la decoración, los íconos, los símbolos, los conceptos, las tribus urbanas, los momentos clave, las sonrisas, lo visible y lo oculto, el misterio, la espiritualidad, las velas, el fuego, el frío, el calor, el verano, el invierno, la primavera, el otoño, las otras vidas, el tarot, los perfumes, la limpieza, los procesos, los pinos, los mapas, los discmans, los cds, la música en las rutas, las clases, las conferencias, los videos de youtube, los tutoriales, tomar agua, los grupos de personas, dormir mucho, dormir profundo, soñar cosas hermosas, soñar y recibir mensajes, las declaraciones de amor o de afecto, los posts lindos e inesperados en redes sociales, la visualización con sentimiento, los documentales, la espontaneidad, el carisma, la transparencia, la dulzura, lo de otra época pero familiar, la comunicación, los gestos, los días, las noches, los títulos de canciones y de libros y de notas y de entradas de blogs, la fisonomía, las caras, la energía particular de cada persona, lo dulce, lo salado, el tacto, sentirse mucho con otra persona, flashear con algo o con alguien y respirar amor y nueva vibra y que te haga más feliz la vida, la brisita que empieza en verano, el olor a rosa, a jazmín, a tilo, los abuelos, mis abuelos, todo lo muy interesante, lo que encaja perfecto, todo lo que sale redondo, todo lo que pareciera venir de otro lugar, de un lugar muy verdadero, muy sagrado, muy puro, muy sincero, los hitos, los momentos mágicos, la magia, la paz, los pájaros, las estrellas, la ciencia, los museos, las cremas, nadar en el mar, las bikinis, los pareos, los licuados, los helados, los accesorios, los hombres potros sexys machos capos que te hacen derretirte, cuando alguien te busca y te demuestra que le interesas, los halagos, los piropos, las canciones perfectas, los himnos, los clásicos, la música clásica, la pasión, los apasionados, el deleite, lo indeleble, los juegos, las transmisiones, las ciudades, los idiomas, las relaciones humanas, la cadena de eslabones de la naturaleza, la historia del mundo, las teorías, los ensayos, las crónicas, las entrevistas, las tesis, las ideas, las notitas, los apuntes, las notas del celular para no perder esos flechazos fugaces, el wifi gratis con buena señal, los mails largos, las anécdotas muy bobas pero únicas, el contacto visual, las conversaciones fluídas, la filosofía, el folklore y la cultura de cualquier lugar, las combinaciones y mezclas perfectas, las parejas que hacen linda pareja, las alas invisibles, elegir una puerta para abrir y que pah; vaya todo solo abriéndose camino, el ciclo de la vida y todos los ciclos dentro de la vida, los chicles, los mensajes y estímulos que recibe el cerebro, los análisis, las deducciones, las conclusiones, las estadísticas, las probabilidades, los memes, los beats, la cadencia, la musicalidad, los exámenes, las notas, sacar fichas, lo absoluto y lo relativo, los acertijos, un glosario, desglosar bien algo, el ingenio, todo lo que se te pueda ocurrir, los elementos de cada mundo, el miedo, la calma, la fe, un poquito alguna droga, un poquito el café, la salud mental siempre ante todo, las épocas, las revoluciones, inhalar, exhalar, saberse nunca quieto/a aún incluso queriéndolo estar, la pausa es ilusoria, el movimiento es real.

domingo, 3 de agosto de 2014

Seguro vivimos para ELEGIR.