lunes, 10 de junio de 2013
jueves, 14 de febrero de 2013
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Parole, parole, parole.
No tengo palabras para definir cuánto o cómo amo a las palabras.
Y no sé si eso es respeto, vagancia o simpleza.
Quizás es porque el Amor no se expresa en palabras
Aunque dependiendo de muchas cosas, y a la vez de nada, nos permiten hacer radiografías casi exactas.
Snif. Siempre me frustra un poquito eso de sentir que ya está dicho lo que digo y a la vez sentir que no.
Pero debe ser más real eso que cualquier otro sentimiento que pueda tener al respecto, porque todo es bipolar. Eso lo sé porque lo leí muchas veces y también porque la experiencia me lo hace notar...
Ay Dios.... ¿por qué me haces amar algo sin principio ni fin?
y a la vez... gracias por hacerme amar algo sin principio ni fin!
No sé a qué punto quiero y necesito llegar para honrarlas, pero las amo y espero que ellas me crean. Y entiendan sin necesidad.
Y viajen todo lo que tengan que viajar desde adentro y hacia afuera de mi corazón como lo hacen desde que tengo uso de razón.
Lo que no cierra es no sentir que esto sea un verdadero reflejo de mi interior, algo me dice "pereza"
por eso hablo de esa disyuntiva entre el respeto, la vagancia y la simpleza.
Y no sé si eso es respeto, vagancia o simpleza.
Quizás es porque el Amor no se expresa en palabras
Aunque dependiendo de muchas cosas, y a la vez de nada, nos permiten hacer radiografías casi exactas.
Snif. Siempre me frustra un poquito eso de sentir que ya está dicho lo que digo y a la vez sentir que no.
Pero debe ser más real eso que cualquier otro sentimiento que pueda tener al respecto, porque todo es bipolar. Eso lo sé porque lo leí muchas veces y también porque la experiencia me lo hace notar...
Ay Dios.... ¿por qué me haces amar algo sin principio ni fin?
y a la vez... gracias por hacerme amar algo sin principio ni fin!
No sé a qué punto quiero y necesito llegar para honrarlas, pero las amo y espero que ellas me crean. Y entiendan sin necesidad.
Y viajen todo lo que tengan que viajar desde adentro y hacia afuera de mi corazón como lo hacen desde que tengo uso de razón.
Lo que no cierra es no sentir que esto sea un verdadero reflejo de mi interior, algo me dice "pereza"
por eso hablo de esa disyuntiva entre el respeto, la vagancia y la simpleza.
domingo, 12 de agosto de 2012
Tengo 23 años.
Y necesito asentarlo para sentirme, aunque sea un poquito, dueña de mi presente.
Plantada a esto.
Fundida en este paso de mi existencia.
Puede sonar pretencioso, pero a mi me está sirviendo y eso es lo único que cuenta. Que estoy conectada con lo que estoy haciendo y que quiero aprovechar esta herramienta para dejar registro de un punto por el que estoy pasando en este preciso instante.
Lo que no necesito -pero igual voy a hacer porque las circunstancias están haciendo que sea algo poético (y trillado, sí, pero lo repetido se vuelve repetido por ser algo que genera un efecto similar en cuerpos muy [o no tan muy] distintos)- es describir lo que me rodea: un ambiente inspirador. Un día lluvioso visto por la ventana, gotas que chocan contra las tejas del techo del que me separa el vidrio, diferentes verdes en diferentes árboles. Un sábado de agosto a las exactas 13.13 (combinación numerológica complicada, podría decir alguno/a), en la casa en la que vivo desde unos meses antes de cumplir 8 años, sito en Rincón de Milberg, Tigre, Buenos Aires, Argentina, y en la que probablemente en algunos meses ya no viva más, en la habitación en la que dormía mi hermano antes de mudarse y usurpé con mi escritorio, y con Nuages de Django Rieinhardt sonando atrás.
Decía que no lo necesito, porque no necesito de todo lo que está pasando afuera para igual querer manifestar que tengo 23 años y que me gusta sentir que estoy parada, AL MENOS EN ESTA HORA, en donde tengo que estarlo. Pero no puedo negar que el pequeño universo que me está rodeando está bueno, ni que tengo hambre y que es un buen momento para ir a almorzar.
Es de ayer; hoy es domingo.
Plantada a esto.
Fundida en este paso de mi existencia.
Puede sonar pretencioso, pero a mi me está sirviendo y eso es lo único que cuenta. Que estoy conectada con lo que estoy haciendo y que quiero aprovechar esta herramienta para dejar registro de un punto por el que estoy pasando en este preciso instante.
Lo que no necesito -pero igual voy a hacer porque las circunstancias están haciendo que sea algo poético (y trillado, sí, pero lo repetido se vuelve repetido por ser algo que genera un efecto similar en cuerpos muy [o no tan muy] distintos)- es describir lo que me rodea: un ambiente inspirador. Un día lluvioso visto por la ventana, gotas que chocan contra las tejas del techo del que me separa el vidrio, diferentes verdes en diferentes árboles. Un sábado de agosto a las exactas 13.13 (combinación numerológica complicada, podría decir alguno/a), en la casa en la que vivo desde unos meses antes de cumplir 8 años, sito en Rincón de Milberg, Tigre, Buenos Aires, Argentina, y en la que probablemente en algunos meses ya no viva más, en la habitación en la que dormía mi hermano antes de mudarse y usurpé con mi escritorio, y con Nuages de Django Rieinhardt sonando atrás.
Decía que no lo necesito, porque no necesito de todo lo que está pasando afuera para igual querer manifestar que tengo 23 años y que me gusta sentir que estoy parada, AL MENOS EN ESTA HORA, en donde tengo que estarlo. Pero no puedo negar que el pequeño universo que me está rodeando está bueno, ni que tengo hambre y que es un buen momento para ir a almorzar.
Es de ayer; hoy es domingo.
viernes, 3 de agosto de 2012
Flog
Cuando tenía 15, 16 y 17 años usaba Fotolog, y me gustaba mucho, mucho, mucho "mantenerlo". Tenía un lugar en donde compartir las fotos que me gustaba sacar todo el tiempo, los textos que escribía, las dudas y las certezas que surgían, la angustia, los miedos, el enojo y la frustración adolescente, para buscar espejos o reflejar a otros a los que les gustaba hacer lo mismo que yo e interactuar así. No sólo amo esa etapa por lo que representa en mi vida y por las personas a las que llegué o llegaron, sino por la inexistencia de filtros que tenía para exponer todo.
¡Wow! ¡Era mi corazón mostrándose y no le importaba nada si a alguien le gustaba o le dejaba de gustar! Era, simplemente era... y fue una linda forma de pasar por ese momento =)
Hay algo que encabeza la lista de *flashes sobre esa época cada vez que me acuerdo* y es cómo algunos textos que me salieron en esos años representan algo que va (y que creo que va a ir) mucho más allá de un momento determinado. Porque pertenecen a lo más profundo, a lo más de base, a lo que sobrepasa cualquier límite espacial o temporal y cualquier juicio de valor. Lo que ES. Y lo tengo que traer al presente, justamente porque aunque "lo bajé" en un momento, no me ata a ese momento y nada más. Is there.
Por copiar uno, que fue el disparador de este post:
hasta que empieza let down y quieras o no quieras, mucho más allá de tus límites y voluntad vas a pensar o más que pensar sentir que no hay un punto exacto en el tiempo y decir "esto lo conozco desde antes de conocerlo", y es así cuando los sonidos encajan perfectamente con una situación que quizás nunca haya existido en hechos, pero que está, como un sueño o como una imagen mental que se perdió, o esperando para ser reproducida. y que te pone triste, o bien, pero esos pianitos y todo lo que pueden transmitir, "todo lo que pueden transmitir" juro que no puedo ser más explícita, conectarse con thom yorke no es tan simple, pero una vez que se establece el vínculo es así.
15 de abril 2006
¡Wow! ¡Era mi corazón mostrándose y no le importaba nada si a alguien le gustaba o le dejaba de gustar! Era, simplemente era... y fue una linda forma de pasar por ese momento =)
Hay algo que encabeza la lista de *flashes sobre esa época cada vez que me acuerdo* y es cómo algunos textos que me salieron en esos años representan algo que va (y que creo que va a ir) mucho más allá de un momento determinado. Porque pertenecen a lo más profundo, a lo más de base, a lo que sobrepasa cualquier límite espacial o temporal y cualquier juicio de valor. Lo que ES. Y lo tengo que traer al presente, justamente porque aunque "lo bajé" en un momento, no me ata a ese momento y nada más. Is there.
Por copiar uno, que fue el disparador de este post:
hasta que empieza let down y quieras o no quieras, mucho más allá de tus límites y voluntad vas a pensar o más que pensar sentir que no hay un punto exacto en el tiempo y decir "esto lo conozco desde antes de conocerlo", y es así cuando los sonidos encajan perfectamente con una situación que quizás nunca haya existido en hechos, pero que está, como un sueño o como una imagen mental que se perdió, o esperando para ser reproducida. y que te pone triste, o bien, pero esos pianitos y todo lo que pueden transmitir, "todo lo que pueden transmitir" juro que no puedo ser más explícita, conectarse con thom yorke no es tan simple, pero una vez que se establece el vínculo es así.
15 de abril 2006
jueves, 19 de julio de 2012
No es que no podamos soñar
Es que esto está “planeado” para que funcionemos así
Anhelamos la evolución pero bueno, para evolucionar hay que
demostrar que podemos lidiar con esto primero, viejo.
Entonces: no aspiremos a tanto. O, me corrijo: no miremos tan
hacia allá, tan hacia delante. ¡Estamos acá!
Nos toca hoy, esto, ahora
Mantengamos el fuego en el corazón, la nostalgia de no saber
de dónde venimos, el templo interior, las conexiones, las sorpresas, la
emoción.
Mantengámoslo para que haya un combustible, un objetivo, una
misión.
Pero entremos de fondo en lo que nos propone La Tierra, en
lo que aprendimos del pasado, en lo que tenemos que mover, en lo que hacen los
seres humanos.
En crecer, sin esperar resultados (al menos no como los que
estamos acostumbrados a ver).
En flotar, en nadar paseando, y en nadar porque hay que
correr, según lo pidan las circunstancias y según nos demos cuenta lo que haya
que hacer.
En ponernos el mundo al hombro sin cargarnos la
responsabilidad de tener que darlo vuelta solos. En dar vueltas “chiquititas”
que, invariablemente, son ondas expansivas.
En saber en dónde estamos parados y asumir que, igual, no
sabemos una mierda.
¡Y que eso es parte de la propuesta!
En ser dulces, fríos, cálidos y amargos; explorar todos los
ánimos y descubrir en cuál nos vemos mejor reflejados.
En caminar erguidos, explotar nuestros sentidos, y jamás
desmotivarnos al buscar una respuesta.
Si hay un espacio que creemos vacío, entonces tranqui (guiño de ojo con ruido de Ttt entre la lengua y la muela)… todavía
no terminó la experiencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)