YayBlogger.com
BLOGGER TEMPLATES

sábado, 26 de marzo de 2011

Autoentrevista

Florencia: ¿Alguna vez te autoentrevistaste?
Florencia: Por escrito no, más que esos cuestionarios símil Proust que llegaban siempre por mail antes. En la cabeza me vivo haciendo preguntas, me contesto y generalmente así puedo organizar mis ideas. Sobre todo me pregunto "¿Tengo hambre?" para saber si de verdad vale la pena comer en ese momento o no. Sirve eh!

F: ¿Qué estabas haciendo antes de que se te ocurriera esta *brillante* idea?
F: Estaba estudiando, pero como no entendía algo, me conecté a buscar información. Obviamente no la busqué, y terminé en Facebooks de amigos de amigos de amigos.

F: ¿Cuál fue el último libro que leíste y qué te pareció?
F: El error de ser argentino, de Eduardo Bakchellian. De nombre quizás no suene, pero él fue el Gran Hombre detrás de Gatic S.A, industria textil especializada en calzado deportivo que trajo Adidas (una de mis marcas preferidas) a la Argentina. Bueno, eso por nombrar una de sus tantas hazañas como Industrial. La realidad es que a pulmón -pero con inteligencia, visión, mucho esfuerzo y nada de miedo a los desafíos- hizo de todo. Un impulsor de la producción nacional, que dio vida a pueblos prácticamente muertos del interior del país dignificándolos con trabajo. ¿Lo más admirable? sus principios. Jamás dio el brazo a torcer: nunca aceptó pagar una coima, un "favorcito" político, ni dejó de pagar un impuesto. ¿Lo más terrible? Precisamente por esa ideología, por esa búsqueda de hacer lo que corresponde, por el dolor de reducir las fuentes de trabajo en los momentos en que el país entero se venía abajo, por no aceptar transar con nada que no fuera acorde a sus principios, vio caer su propio imperio. Por eso el error de ser argentino, porque parece que el afán de luchar contra viento y marea (y, posta, qué vientos y qué mareas) hasta las últimas circunstancias y siempre de buena fe, en este país te hace quedar como un auténtico imbécil. En fin, el libro recorre su vida personal y profesional y realmente se lo recomendaría a cualquier persona porque, hagas lo que hagas de tu vida, leerlo no viene mal. Dato: Está agotado pero se consigue por MercadoLibre.

F: Te copaste hablando del libro...
F: Un poquito, sí.

F: ¿Y la última película?
F: Adventureland, con Kristen Stewart y el pibe de The Social Network. Me molesta que ella siempre haga el mismo papel, tanto si está enamorada de un vampiro o de un chico que trabaja en un parque de diversiones o si interpreta a Joan Jett (bueno, ponele que en esa cambia un poquitititito). La peli era llevadera, pero se me cortó en los últimos 5 minutos y nunca terminé de verla.

F: ¿La última banda que viste en vivo?
F: Una amiga me pidió que la acompañara a ver a Dante Spinetta (o bueno, El Dante, como le gusta decirse a él), el lunes pasado.

F: No te noto muy conforme con lo que viste...
F: Es que me pasa que no entiendo si es muy elaborado o muy primitivo lo que hace y, además, no puedo dejar de compararlo con IKV. Supongo que la onda es no pensarlo, sino ir, bailar, y ya. Igual tiene una energía re zarpada, baila bien y es mucho más lindo de lo que parece en la tele o en revistas. ¡Mucho!!

F: ¿Nos podrías contar algunos de tus tips de belleza?
F: ¡No tengo! Si querés te cuento uno de mi mamá: Cuando ella tenía 18 años, durante todo el año, comió una cebolla cruda por día para tener linda la piel. La verdad, se nota que le dio resultado, porque ahora tiene un cutis increíblemente mejor que el mío (¡tengo 22!). Eso sí, ¡creo que con esa baranda no chapas más! [Risas]

F: ¿Qué es lo más gracioso que te pasó en los últimos diez minutos?
F: Mientras escribía esto, me vino a saludar Siro, un tío lejano de más de 70 años que estuvo todo el día en mi casa y se estaba yendo. Me pidió que saliera a ver su auto nuevo y le dijera qué me parecía, porque "todos dicen que es ridículo tener un auto de este color, me dicen que soy un payaso", según contó. Efectivamente, el auto es de color naranja y puede llegar a ser bastante cómico verlo a él arriba de eso. ¡Pero lo banco!

F: Por último, ¿cómo te trata el amor?
F: Disculpá (y no vayas a tomarlo como algo personal), no hablo de mi vida privada.