La verdad, es que no me queda más que pensar que hay cierto prototipo de canción que, independientemente de atraernos por todo lo que en primera instancia es obvio que nos atrae (el clima que genera, las emociones a las que adula y apela, sus juegos, sus cambios, sus 'mirá guachita no te la esperabas, mirá cómo te pronuncio esta frase y te querésma', y demás), sino porque nos DUELE que se nos meta tan adentro y no podamos tocarla, no podamos agarrarla, no podamos hacer otra cosa con ella más que aceptar su naturaleza. Y así enviciarnos, obvio.
Acá, un clarísimo ejemplo:
I
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
your turn.